“Hubo un tiempo de desgracia para la humanidad en que se creía que debía mantenerse al pueblo en la mayor ignorancia, y, por consiguiente en la pobreza, para conservarlo en el mayor grado de sujeción"
Libertad de prensa: Consideraba que la libertad de prensa era indispensable para una patria libre:
“Es tan justa la libertad de prensa como lo es la de pensar y de hablar, y es tan injusto oprimirla, como lo sería el tener atados los entendimientos, las lenguas, las manos o los pies a todos los ciudadanos. Es necesaria para la instrucción pública, para el mejor gobierno de la nación y para su libertad civil, es decir, para evitar la tiranía de cualquier gobierno que se establezca. Solo pueden oponerse a la libertad de prensa los que gusten mandar despóticamente (...) o los muy tímidos que se asustan con el cuco de la libertad, porque es una cosa nueva que hasta ahora no han visto.Economía: Desde el Consulado combatió al sistema comercial monopólico , diciendo que cuando llegó supo “que nada se haría a favor de las provincias por unos hombres que por sus intereses particulares posponían el del común”. Fomentó la agricultura y la industria.
Pero quitarnos las utilidades de la pluma y de la prensa, porque de ellas se puede abusar, es una contradicción notoria y un abuso imperdonable de la autoridad, y es querer mantener a la Nación en la ignorancia, origen de todos los males que sufrimos. Sin esa libertad no pensemos haber conseguido ningún bien después de tanta sangre vertida y de tantos trabajos”. (Artículo de Belgrano defendiendo la libertad de prensa, aparecido en Buenos Aires el 11 de agosto de 1810 en el Correo de Comercio)
Corrupción: Belgrano criticaba severamente a los corruptos en el Gobierno y sostenía que, para que la patria pudiera salir adelante, era necesario tener funcionarios dignos y honestos. En una carta que le escribe a Mariano Moreno en octubre de 1810 dice: “Mi amigo, todo se reciente con los vicios del antiguo sistema, y como en él era condición sine qua non el robar, todavía quieren continuar. Es de necesidad que se abran mucho los ojos en todos los ramos de la administración y se persiga a los pícaros por todas partes, porque de otro modo, nada nos bastará.”
“Desengañémonos: jamás han podido existir los estados luego que la corrupción ha llegado a pesar las leyes y faltar a todos los respetos; es un principio inconcuso que en tal situación todo es ruina y desolación, y si eso sucede a las grandes naciones ¿qué no sucederá a cualquiera de los ramos que contribuyen a su existencia?”. (Manuel Belgrano).
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